A veces
olvidamos lo afortunada que somos y ponemos más atención a nuestros caprichos,
a nuestras exigencias, expectativas, exageraciones, inquietudes y miedos que además
callamos… Debe ser difícil para un otro
lidiar con alguien con quien siente que defrauda todo el tiempo, que no hay
forma de agradarle, y que es tan difícil hacer feliz.
Cuesta comprender
que no todo es como queremos y no por eso es malo… en tantas ocasiones uno es malagradecido
y no valora suficiente lo que tiene… pero hay quienes les cuesta estar
satisfechos y sin darse cuenta crean problemas donde no los hay; no contento
con eso también los agrandan. Pero a veces esos arrebatos no solo crean un mal
momento, generan grandes heridas en los demás…
Hay errores que se pagan caro y dañar a quien
amas es terrible… es angustiante saber que has sembrado dolor, desconfianza,
desencanto y decepción… Duele saber que es tu culpa crear un quiebre en tu
relación y haber alejado a quien amas. Es triste saber que tu locura provocó un
antes y un después.
Lamentablemente
no todo se soluciona tan fácil o rápido y a veces solo el tiempo puede curar
las heridas… por eso antes de actuar de manera estúpida hay que pensar, hay
tantos daños que son evitables… en ocasiones no era más que un juego insignificante
y que por lo mismo no valía la pena jugarlo, por las mismas consecuencias que
podría tener.
Si lo
único que buscabas era que quien amabas te quisiera tanto como tú lo hacías,
cuídalo si ahora lo tienes contigo… y recuerda que no puedes pretender que siempre
te dé en el gusto, más aún cuando es tan difícil tenerte contenta… además no
tiene porqué estar en esa posición. Tú no quieres que deje de ser él, solo que
a veces eres muy tonta para saberlo.