SiempreEnamorados

SiempreEnamorados
Disfruta un nuevo sitio

jueves, 12 de enero de 2012

Excepciones


Normalmente cuando se está mal uno se acerca a las personas que se quiere y en las cuales se confía en busca de apoyo, cariño y aliento. Sin embargo, no todos toman esta actitud, hay quienes no le cuentan a nadie lo que les sucede, se guardan todo lo que sienten, la pena, la presión, el miedo, la frustración, la desilusión, etc.

Estas personas que prefieren callar y ahogarse solos en su angustia, se abstraen y se alejan de quienes los rodean, les cuesta inmensamente abrir su corazón y pedir ayuda, no lo creen necesario, pues piensan que es suficiente con ellos mismos para resolver todo y que a nadie más le incumbe saber lo que sienten. De una u otra manera subestiman bastante al resto, ya que no les dan la opción de poder involucrarse profundamente con ellos, pues pareciera que de nada les serviría. Pero no es así, pero ellos no lo saben…

Hay que destacar que estas personas no son para nada depresivas, es más cuando se sienten sobrepasadas no lo reconocen y son bastantes proactivas, pero su costumbre de buscar soluciones no los deja ajenos al temor de no cumplir sus exigencias y las expectativas de ellos mismos y aquellas que el resto deposita en ellos.

Ser completamente independiente es una forma de vida pero que tarde o temprano trae complicaciones, pues en algún momento estallan y caen por primera vez sintiendo esa fragilidad que nunca admitieron y siempre evadieron. Parece que la carga que llevaban era más pesada de lo que podían soportar, lo cual es impactante pues nunca antes no habían podido arreglar algo por si solos. En ese momento de cuestionamiento y de reconocimiento se pueden dar cuenta que necesitan al resto, que pretender resolver todo solos como una máquina es un tanto iluso, pues no se puede huir de las emociones que paralizan, confunden y entorpecen nuestro desempeño, es lo normal, aunque traten de ocultarse están ahí generando un daño que no puedes curar y que con esa actitud no permites que alguien te ayude a sanar. No tienes porque ahogarte solo, tú puedes flotar si reconoces que no eres tan impenetrable y que necesitas ayuda.

Cuando pides ayuda mágicamente no se te resuelvan los problemas, pero puedes enfrentarlos de una manera distinta, con nuevas energías. Tú al contar sobre lo que te agobia sientes un alivio, ordenas tus ideas, te escuchas a ti mismo mientras escuchas nuevas perspectivas. Cuando te refugias en alguien ya no estás solo, tienes a alguien que se preocupa por ti, que te apoya y con el que podrás desahogarte. Pero si tú callas no le permites a nadie entrar verdaderamente a tu vida y alejas a quienes te quieren, a quienes se aburrieron de estar ahí y tratar de entenderte mientras tú no decías nada.

No hay comentarios: