sábado, 26 de mayo de 2012
La princesa busca marido (Jorge Bucay)
Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de
ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría
marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro
del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron
centenares, miles de pretendientes a la corona real. Pero claro al primer frío
la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad,
cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la
mitad de la mitad, también se fue.
Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre,
empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven. Todos los demás se
habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena.
Solamente éste joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba
allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los
365 días.
La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este
muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando, que quizás ese hombre la
quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en
Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de
agua y un poco de comida, le había visto los ojos y se había dado cuenta de su
mirada sincera. Entonces le había dicho al rey:
- Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por
fin vas a tener nietos, este es el hombre que de verdad me quiere.
El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La
ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber al joven, a través de la
guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo
esperaba en el palacio porque quería hablar con él.
Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo
esperaba ansiosamente el primero de Enero. El 31 de Diciembre, el día después
de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del
muro y se marchó. Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:
- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365
días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No pudiste aguantar un día más?
Y el hijo contestó:
- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me
había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar
conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor,
pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es
capaz de evitarte una noche de sufrimiento no merece de mi, Amor, ¿verdad
madre?
miércoles, 23 de mayo de 2012
domingo, 20 de mayo de 2012
martes, 15 de mayo de 2012
...

Si estás envuelto en sentimientos
negativos, es evidente que quien era tu inspiración deje de serlo, pues ahora
en ti no hay espacio para nada bueno, es como si se hubiera apagado todo lo
dulce y tierno… dejándote un sabor amargo y una fría sensación.
De pronto todo lo lindo se empieza a
desvanecer, esas emociones que te llenaban parece que se han ido, ya no logras
sentirlas…
domingo, 13 de mayo de 2012
Bajar la guardia…

Guardar lo que sientes no solo daña al que calla…
No hablar cuando se debe es problema
de uno, pero se convierte en un problema de a dos cuando hay una persona
esperando esas palabras que nunca llegan… Porque ese otro no puede vivir
expectante, sin saber cómo reaccionar, adivinando o sacando las palabras de la
boca. Eso cansa a cualquiera. Además crea una inseguridad, pues es inevitable
sentir que algo te esconden, que te dejan fuera de tantas cosas que te
incumben, es imposible no dudar. Aunque
entiendan que no es por ellos el silencio, que no es algo en su contra, no
pueden ni podrán acostumbrarse al hecho de no saber lo que está pasando.
Es evidente solo para ti lo que ocultan tus silencios
En una relación se necesitan
certezas, se necesita saber el suelo que se está pisando. Y con los silencios te
arriesgas a perder lo que más quieres, alejas a quien más deseas cerca, pues
esa persona necesita que le demuestres lo que sientes, necesita saber lo que
pasa por la mente y por el corazón de la persona con la que comparte su vida.
sábado, 12 de mayo de 2012
viernes, 11 de mayo de 2012
Aceptar
¿Llegará el día en que nos
cansemos de solucionar los problemas, que nos cansemos de aguantar otro humor,
que nos cansemos de soportar dramas ajenos y repetidos, que nos cansemos de
vernos influidos por otro, que nos cansemos de ceder? ¿Llegará el día en que
nos olvidemos de apreciar por lo que tanto luchamos, que nos olvidemos de
valorar lo que tanto queremos, que nos olvidemos de darnos el tiempo para ser
feliz, que nos olvidemos de nuestra prioridad? ¿Llegará el día en que perdamos
la voluntad de amar o sea muy tarde para hacerlo?
Cuando estás en una relación no
siempre puedes hacer lo que quieres, no todo puede ser a tu manera, pues deja
de ser todo sobre ti, ya no eres tú lo único que te preocupa, ya no estás solo,
hay un nosotros en el que deseas pensar por eso cambias y cedes. Sabes que hay
alguien que puedes hacer feliz con un gesto tuyo y si eso implica dejar de
hacer o comenzar a hacer algunas cosas, no es un problema. Amar no se trata de
restringir, de obligar o moldear al otro, es solo de pensar en ese otro, desear
el bienestar de lo que ambos quieren construir y ser feliz estando junto a quien
amas.
lunes, 7 de mayo de 2012
domingo, 6 de mayo de 2012
Prioridad...
Es verdad que cuando hacemos a
alguien nuestro todo nos arriesgamos a quedarnos sin nada. Sin embargo, cuando
uno realmente se enamora no puede poner freno a sus emociones, no planificas lo que sientes, simplemente
te nace amar, querer ser y hacer feliz a tu amor. Porque a su lado todo tiene
sentido, es tú inspiración para perseverar día a día, construir un futuro
juntos es tu motivación, su cariño es lo que principalmente necesitas para
sentirte bien y estar con él es todo lo que buscabas, lo que deseabas, lo que
quieres, lo que te hace creer que tus sueños se pueden hacer realidad…
Lo complejo de amar es tener la
seguridad en ese amor, es creer en ese amor, es sentir que el interés es mutuo y
no es solo de uno. Pero una vez que sientes que van de la mano en cada paso que
dan y que persiguen los mismos ideales, no hay más tormentos. Pues saber que
ambos se proyectan queriendo estar juntos en el mundo real de responsabilidades,
es dar un salto de disfrutar de una compañía
para los buenos momentos a querer algo serio y estable. ¿Una hoja en blanco?
Múltiples percepciones hemos creado a lo largo
de nuestra vida, para algunos somos
gratos recuerdos y para otros huellas con un mal sabor. Es asombroso como pueden existir tan diversas
impresiones de una sola persona, aunque es evidente que eso ocurra. Todo depende
del momento en que nos conocieron y del
rol que jugamos para el otro.
Cuando tenemos una imagen tan fija de alguien es imposible mirarla sin revivir los recuerdos que nos dejó… no podemos partir de la nada cuando hay una historia de por medio, pues ya hay una predisposición bien fundada que determinara una actitud. Sin embargo hay que tener cuidado que nuestras actitudes presentes no se rijan por una historia añeja, pues quizás ya no exista a quien conocimos en ese entonces.
Día a día aprendemos, nos
equivocamos, nos corregimos, cambiamos y nos adaptamos. Por eso, que nos hayan conocido en el pasado no dice nada de cómo somos en nuestro
presente. Además uno no es igual con todos, pues es imposible que todos nos
despierten los mismos sentimientos y sensaciones. Hay gente que solo conoció y
conocerá nuestra peor faceta. En cambio, hay otras que han podido instalarse
sumamente cerca de nuestra esencia y permanecen día a día junto a nosotros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)