Día a día aprendemos, nos
equivocamos, nos corregimos, cambiamos y nos adaptamos. Por eso, que nos hayan conocido en el pasado no dice nada de cómo somos en nuestro
presente. Además uno no es igual con todos, pues es imposible que todos nos
despierten los mismos sentimientos y sensaciones. Hay gente que solo conoció y
conocerá nuestra peor faceta. En cambio, hay otras que han podido instalarse
sumamente cerca de nuestra esencia y permanecen día a día junto a nosotros.
domingo, 6 de mayo de 2012
¿Una hoja en blanco?
Múltiples percepciones hemos creado a lo largo
de nuestra vida, para algunos somos
gratos recuerdos y para otros huellas con un mal sabor. Es asombroso como pueden existir tan diversas
impresiones de una sola persona, aunque es evidente que eso ocurra. Todo depende
del momento en que nos conocieron y del
rol que jugamos para el otro.
Cuando tenemos una imagen tan fija de alguien es imposible mirarla sin revivir los recuerdos que nos dejó… no podemos partir de la nada cuando hay una historia de por medio, pues ya hay una predisposición bien fundada que determinara una actitud. Sin embargo hay que tener cuidado que nuestras actitudes presentes no se rijan por una historia añeja, pues quizás ya no exista a quien conocimos en ese entonces.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario