Fácilmente se nubla la razón cuando
te ves desanimado, harto, herido o enojado. Sucumbiendo bajo este enredo de
emociones solo puedes dañar y crear una distancia que quizás no puedas
reparar… porque contagias ese malestar a todos los que te rodean, provocando
más problemas de los que ya tenías.
Si estás envuelto en sentimientos
negativos, es evidente que quien era tu inspiración deje de serlo, pues ahora
en ti no hay espacio para nada bueno, es como si se hubiera apagado todo lo
dulce y tierno… dejándote un sabor amargo y una fría sensación.
De pronto todo lo lindo se empieza a
desvanecer, esas emociones que te llenaban parece que se han ido, ya no logras
sentirlas…
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