No es sencillo expresar lo que
sientes. Hay quienes tienen dificultad para hablar de sus sentimientos más aún
con las personas involucradas, es como si tuvieran un impedimento para hablar o
gritar lo que sienten sin importar si es bueno o malo. Simplemente hay un freno, no se permiten manifestar a otro lo que
les afecta. Hay un miedo de quedar al
descubierto frente al otro, tan desprotegido, tan vulnerable… sin posibilidad
de luego disimular las intenciones, pues una vez que son nombradas en voz alta se
vuelven tan reales…
Guardar lo que sientes no solo daña al que calla…
No hablar cuando se debe es problema
de uno, pero se convierte en un problema de a dos cuando hay una persona
esperando esas palabras que nunca llegan… Porque ese otro no puede vivir
expectante, sin saber cómo reaccionar, adivinando o sacando las palabras de la
boca. Eso cansa a cualquiera. Además crea una inseguridad, pues es inevitable
sentir que algo te esconden, que te dejan fuera de tantas cosas que te
incumben, es imposible no dudar. Aunque
entiendan que no es por ellos el silencio, que no es algo en su contra, no
pueden ni podrán acostumbrarse al hecho de no saber lo que está pasando.
Es evidente solo para ti lo que ocultan tus silencios
En una relación se necesitan
certezas, se necesita saber el suelo que se está pisando. Y con los silencios te
arriesgas a perder lo que más quieres, alejas a quien más deseas cerca, pues
esa persona necesita que le demuestres lo que sientes, necesita saber lo que
pasa por la mente y por el corazón de la persona con la que comparte su vida.
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