A disposición

 
A veces paralizas tu vida por dedicarte a algo, pues se convirtió en tu prioridad. Pero cuando de pronto te ves sin ese algo no sabes bien que hacer, pues en el camino olvidaste tener dominio de tu tiempo. De hecho sin darte cuenta dejaste de lado cosas que te gustaban y ahora no sabes cómo retomarlas. Te volviste dependiente de algo que no siente tu misma necesidad y eso es un problema con una fácil salida, debes volver a pensar en ti, redefinir lo que tú quieres hacer y expandir tu mundo, ocuparte en más cosas, planificar distintas actividades, compartir con más gente, solo así puedes moderar tu dependencia.

¿Cómo puedes estar seguro de no querer a nadie más en tu vida?

Toda decisión implica escoger y abandonar otras opciones. Y cuando te comprometes no es distinto,  pues uno se enamora de alguien y cierra la puerta a otros posibles romances.

Creo que cuando estás realmente enamorado simplemente estás convencido de no querer a nadie más, sientes la certeza de que ya encontraste a quien te hace feliz, confías en ese amor y en lo que han construido en la relación que han formado.

Cuando amas innatamente te proyectas, te nace hacerlo porque realmente no imaginas como sería la vida sin la compañía de la persona que amas. Por eso mismo la incluyes en todo tus planes futuros, al mismo tiempo que crean planes juntos…

Para desear despertar día a día viendo a la misma persona a tu lado tienes que de verdad amar. Por eso formar un nosotros no ocurre solo pasando tiempo con la otra persona, andando de la mano o besándose,  es mucho más que eso… es conjugar comprensión, lealtad, empatía, aprecio, afecto, admiración, respeto, preocupación, ternura, alegría, entretención, confianza, sinceridad, inspiración, contención, apoyo, paciencia, dedicación, deseo y amor.   

Las cosas cambian

Hay relaciones que se mantienen por compromiso, como una forma de honrar un pasado.  Y a veces ese pasado es lo único que hoy tienen en común, pero la verdad es que eso no basta para construir una amistad en el presente. Cuando las relaciones se alejan no es tan fácil retomarlas y en ocasiones es imposible… porque a veces simplemente no se quiere.

Es un error permanecer nostálgica esperando replicar los momentos que se vivieron, aunque tal vez es inevitable, sobre todo si aquellos fueron buenos. Sin embargo no puedes ser fiel a los recuerdos o sentir que estás en deuda para siempre, puesto que si antes un amigo hizo algo bueno por ti, no estás obligado a hacer lo mismo si realmente no te nace hacerlo. Por eso, a los que apoyabas ayer, hoy ya no están y no puedes culparlos, porque la gente cambia y en ocasiones modifica sus intereses incluyendo quienes los rodean.

A veces algo pasa que quiebra y distancia amistades. A veces nada pasa, solo no existe el mismo interés y nada se puede hacer contra eso, no puedes obligar a nadie a mantener lazos, menos aún cuando ese alguien los descuida demasiado. No puedes ir siempre detrás de la gente, porque los interesados saben donde hallarte y si no vienen, ya no vale pena buscarlos.

Hay quienes creen que la amistad solo dura mientras el contexto los reúna, y así van en cada lugar teniendo nuevas amistades sin conservar las del pasado, olvidando lo vivido o sin un real interés por preservar esas relaciones.

Intensidad

Siendo vulnerable a altos y bajos, es casi imposible estar siempre con las mismas energías, vitalidad y disposición. Por lo mismo, es normal que la intensidad de tus sentimientos se vea afectada, no es que dejes de sentir, es simplemente que esa euforia y emoción han descendido para darle lugar a otras prioridades que te mantienen ocupada y preocupada.

Sin embargo esa intensidad rápidamente vuelve a ascender cuando compartes con quien amas. Recuerdas como te consume su amor y vuelves a sentir tu corazón a mil, reconociendo que continúan perdidamente unidos y enamorados, haciéndose falta a cada instante como siempre ha sido.  Entonces te das cuenta que esa sensación de falta de encanto no era más que una señal que te decía que necesitabas de su cariño, para poder estar feliz y rebosante de amor.