Cuando uno tiene sentimientos hacia una persona, siempre están ahí. Pero como cada día es distinto, puede suceder que un día te despiertas de malas y pateas la perra, te desahogas contra esa persona con alguien de confianza y aprovechas de descargarte, dices todo lo que quieres. Sin embargo, eso no significa que no quieras a la persona por la que reclamas. Luego suele ocurrir que se te olvida el mal momento, se te pasa o todo se arregla. Entonces uno parece estar loca. Pero no es tan así, es normal molestarse, contentarse y así sucesivamente, es parte de una relación interpersonal, no puede ser siempre perfecta, en alguna instancia surgen problemas, malos entendidos, desacuerdos.
Ahora ese desahogo que uno hace con esa persona en la que confías, no le da el derecho a después estar recriminándote todo el día, por lo que dijiste. Tampoco le da el derecho de hablar mal de ti, diciendo que eres inconsecuente y lo que definitivamente no es aceptable es que si pelean, te tire lo que en ese momento te tenía atravesada.
Si uno realmente conoce a la persona a la que se escucha, sabrá distinguir los verdaderos sentimientos de todas las palabras que se pueden decir… después de todo es muy fácil hablar y más fácil hablar preso de un estado de enojo, pena, etc. Ahora sea como sea el momento en que son dichos los comentarios, no somos nadie para juzgar… cada uno mantiene las relaciones que quiere, como quiere y con quien quiere, si son felices así basta, no hay nada más que decir.
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