Miedo de amar

Hay muchos miedos al empezar una relación o incluso antes de eso, tan solo al fijarte en alguien hay temores. Miedo a que no seas correspondida. Miedo de significar un juego. Miedo a perder la libertad. Miedo a dejar de ser quien eres. Miedo a volverte débil. Miedo a depender. Miedo a que en alguna medida tus sentimientos se vuelvan un obstáculo y no puedas controlarlos. Miedo a compartir lo que siempre ha sido tuyo, lo más intimo de tu vida. Miedo a ser adicta de su compañía y acostumbrarte a esta. Miedo a enamorarte. Miedo a escoger mal. Miedo a perderlo todo y quedar profundamente herida. Miedo a ser traicionada. Miedo de que todos tus miedos te empiecen a dar lo mismo y que te guste que así sea.

Son muchos miedos que no son necesariamente de alguien pesimista, si no realista y que además, pueden sostenerse con lo vivido en antiguas relaciones que causaron muchas heridas, heridas que aún no te permiten entregar nuevamente el corazón, porque no te sientes preparada para morir dos veces, porque no puedes confiar de nuevo… Sin embargo por tener miedo a sufrir puedes privarte de muchas alegrías. Si sigues aferrada del dolor del pasado, sin querer superarlo, te niegas a vivir nuevas experiencias y una de ellas es el amor.

Es difícil querer a alguien cuando no estaba en tus planes hacerlo, es difícil reconocerlo y decirlo en voz alta. Pero no pierdes nada en admitirlo y aceptarlo, porque quieras o no ya es muy tarde para disimular. Tan solo queda luchar por quien quieres, jugártela y apostar por un todo o nada.