SiempreEnamorados

SiempreEnamorados
Disfruta un nuevo sitio

viernes, 2 de noviembre de 2012

Problema de códigos


A menudo cometemos el error de pensar que aquellas que son nuestras amigas tienen los mismos parámetros de amistad que nosotras, y por eso damos por sentado muchas cosas. Olvidamos que no es así, que cada persona tiene una noción distinta de cómo deben ser las cosas, y nuestras amigas no son la excepción.

Hoy después de tantos encontrones, decepciones y rupturas amistosas, creo que vivir la amistad  entre mujeres sin trazar códigos no tiene futuro, porque tarde o temprano habrá problemas, enojos, y como mínimo alguna terminará sentida.  Si queremos entendernos, tenemos que hablar sobre lo que necesitamos de ella, de las actitudes que esperamos y de las que nos parecen inaceptables.  Si callamos, nuestra amiga no tendrá forma de saber cuáles son las investiduras que le hemos colocado, no es adivina.  

Hay que tener claro que por mucho que consideremos a alguien como nuestra amiga, no podemos exigirle algo de lo que nunca hemos hablado, no podemos pedirle lo que nunca hemos hecho por ella y no podemos hablar de un compromiso que nunca se ha acordado. Y lamentablemente no podemos esperar que ella haga lo que tú harías por ella… y creo que eso último es lo que más duele, sentir que no es recíproco, sentir que no han valorado nada, sentir que no hablan el mismo idioma, sentir que eres siempre la que entrega más…

La amistad es ciertamente un compromiso, pero no es un compromiso evidente, es un compromiso que se da por consensos, que se pone a prueba con nuevas situaciones que se van conversando, archivando y según la coincidencia de puntos de vista se va acercando o distanciando. Quizás es tonto fijar los marcos a cada instante pero me he dado cuenta que es necesario, pues día a día se ponen en juego…

Tal vez inconscientemente creemos que está de más hablar sobre lo que es evidente para nosotros, damos por hecho que las cosas son así, por lo que simplemente a nuestra amiga le debería nacer actuar de tal manera, más aún si nosotros actuamos así con ella. Pero las cosas no ocurren así, para bien o para mal nuestras amigas no tienen por qué compartir nuestras cláusulas si no se las hemos mencionado.  

La comunicación es la base del entendimiento. Es lo único que puede dejar todo claro, lo que nos permite saber hasta dónde contamos con el otro, hasta dónde me puedo mover y cuál es el suelo que piso.  No se trata de reglamentar la amistad, ni de obligar a la otra a asumir cosas que no quiere, es solo saber cómo es tu amiga y qué tan involucrada le interesa estar contigo.

No hay comentarios: