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Podemos evitar los problemas durante un tiempo, pero al final siempre te encuentran. A veces no hay forma de escapar, se te ponen al frente desestabilizando tu paz y haciéndote recordar la angustia, los conflictos, la tristeza y la inestabilidad de todo lo que te rodea. Y de pronto la situación te supera, te sientes sola y frágil, lo único que deseas es salir de ahí, que llegue alguien y te rescate aunque sea por un momento… pero nadie llega. Por lo que tienes que hacer un esfuerzo para no derrumbarte, para fingir… para recordar que ya no eres igual que antes, que no sacas nada autocompadeciéndote, que no quieres sumirte en la pena, que no todo es tan malo…