Es increíble que de la noche a la mañana lo que se creía eterno, se derrumbe ante tus ojos, sin poder hacer nada, sin siquiera haberlo imaginado, todo acabo para siempre.
Que estúpida fui al perder momentos, simplemente pensaba que se repetirían, nunca lo vi venir y ahora no hay rastro siquiera de lo que era mi modelo a seguir, sólo quedan millones de recuerdos que apenas vuelven a la mente dejan una gran angustia en mi corazón.
Valoraba a las personas, sabía lo importante que eran para mi como conjunto. Sin embargo la última vez que estuve con ambos, olvidé demostrarselos, desperdicie un momento precioso, un último momento que podría haber sido distinto si tan sólo hubiera sabido que era el último.
Ahora nada es lo mismo y jamás volverá a ser lo de antes. Sin embargo mientras duró fue el entorno más grato donde pude estar, me enseñó lo bonito de la vida y lo agradable de esta. No negaré que el quibre de esta relación, me generó un desequilibrio emocional, ya que después de todo, viví el rompimiento de un esquema perfecto, de lo soñado, quizás realmente eso no existe y me costará demasiado creer nuevamente en algo así.
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