Hoy descubrí que ya no tengo resentimiento contra ti, y me pregunté ¿por qué cresta conservé esa herida por tanto tiempo? yo era la única que se desgastaba con nutrir ese sentimiento tan inútil, pero ya no más. Tú no fuiste la culpable de nada. La única responsable fui yo, porque permití que tuvieras control sobre mi, deje que influyeras demasiado en mi vida, te di poder para manejarme y me hundiste, me dejaste sola. Te aprovechaste de que en ese tiempo estaba débil, era un momento perfecto para atacarme, pero a tu modo, es decir, en forma silenciosa entre las sombras y sin dejar huella, Yo nunca me atreví a enfrentarte porque según yo, la única opción era aceptarte y guardarme todo, esperando a que otra persona me ayudara, pero eso nunca ocurrió. Estaba tan vulnerable e indefensa pero resurgí y apostaría a que ahora te daría la batalla. Antes te di el lujo de verme derrotada, y me hice a un lado fácilmente. Sin embargo, nada de eso importa, todo es parte del pasado. Toda la tortura que pase aguantándote, fue una pérdida de tiempo porque no valía la pena por quién lo hice. Ahora sólo puedo sacar las moralejas de la situación.
Te dejé ir y me alegro, ahora me siento un poco más en paz.
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