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jueves, 17 de marzo de 2011

Como una manzana podrida...


Hay ciertas personas que nos hacen crecer como individuos y ser cada día mejor. Pero también hay otras que potencian un lado oscuro. Lo lógico sería alejarse de ellas. Sin embargo a veces logran envolvernos con su locura, convirtiéndonos en unos desquiciados, haciéndonos actuar de una forma irreconocible porque caemos en un contexto de miedo, angustias y presiones que no son normales.

A partir de eso se dan relaciones tortuosas, enfermas, locas e insanas… solo basta que uno de los dos no esté claro en su juicio, para transformar e influenciar negativamente a un otro que lo quiere ayudar por amor. Lo único en que termina algo así, es que mientras uno con la mejor intención trata de enseñarle otra manera de vivir, se contamina de lo que carga la otra persona, la cual no necesariamente es mala, pues puede no estar consciente del daño que causa en ese otro... Aunque hay algunas que lo tienen claro y se aprovechan de carencias o dependencias de ese otro que los quiere, para hacer con éste todo lo que ellas quieren.

1 comentario:

Desperado dijo...

Que manera de ver las cosas que están a la vista pero que muy pocas veces nos damos cuenta xD