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sábado, 9 de julio de 2011

La envidia


Trataré de reivindicar lo que entendemos por envidia. Se suele tener una mala imagen de alguien envidioso porque sin duda no es una virtud. Sin embargo, creo que aunque no queramos reconocerlo todos padecemos de envidia en algún grado. Es algo normal y esperable en una sociedad que apela al individualismo y a la competitividad. Ahora me concentraré en mencionar la envidia que existe entre las mujeres, aún entre amigas.

Hay distintas situaciones que dan envidia y según quien juzgue algunas son más razonables que otras. Antes hay que precisar que hay una “envidia sana”, que se queda en lamentar que no eres tú el beneficiado de algo, y está la otra envidia que quiere destruir a quien tiene lo que tú quieres. Ahora mencionaré distintas situaciones que se pueden dar en el caso de las mujeres, que pueden convertirse en terreno fértil para que se aloje este sentimiento.

- La belleza es un tema donde siempre hay una competitividad silenciosa de quien es más flaca, quién es más regia, quién se ve mejor, a quién miran más, quién tiene más pretendientes.

- Si una amiga con o sin querer te quita lo que quieres para ti o lo que ha sido tuyo, sea la atención de un tipo que te gusta o de tu misma familia.

- Si la otra tiene demasiada suerte, todo le resulta sencillo y siempre obtiene lo que quiere, aunque no se lo merezca, mientras uno se esfuerza para lograr lo mismo o algo similar.

- Si ella puede cumplir un sueño que tu siempre quisiste, como viajar a X lado, tú te puedes alegrar por ella pero preferirías ser tú la que se fuera de viaje.

- Cuando te sientes opacada porque ella siempre resulta ser el centro de atención por su personalidad más extrovertida, efusiva o sensual. Es decir, si te hace sombra por la razón que sea, impidiéndote ser tú la que más brille en un grupo.

- Si ella encuentra pareja rápidamente y tú aún estás sola.

- Si ella tiene un reconocimiento del que uno es más meritorio.

En general, que ella logré lo que uno quería arrebatándolo de nosotros o consiguiéndolo por sí misma, nos causa frustración porque no somos nosotras quien tiene lo que ella sí, ahora querer dañar a esa persona por eso, es un problema que vuelve la envidia sana en algo no muy sano, pues te vuelve presa del rencor y la rabia que no conducen a nada bueno. Sentir envidia no es más que tener una herida al ego que hace que te sientas amenazado en tu grandeza y por eso te impulsa a disminuir a tu rival, ahora el darle o no acogida a esas emociones es donde se marca la diferencia.

4 comentarios:

Desperado dijo...

Yo no creo en la envidia sana, envidia es envidia y lamentablemente se tiene por fijarse en otro y no en si mismo en el "yo", envidiar es solo reflejo de fustración de que no se tiene autorrealización

Catalina Sagredo dijo...

Es cierto que debiéramos concentrarnos en nosotros mismo, sin importar el resto. Pero por ser seres fundamentalmente sociales, nos medimos ante el deseo del otro en nosotros, nos formamos en base al reflejo del otro. Entonces envidiar no es tan descabellado y claro que hay grados, es sana en tanto que no te mato para quitarte lo que tienes xD! obviamente nunca es buena.

Desperado dijo...

Es cierto, somos seres sociales y muchas personas se mide ante el deseo del otro y se forma en base al reflejo del otro. La envidia en gran parte de las religiones es un pecado y se trata como tal, para muchos es algo normal en un grado menor. Para mi es solo uno de los muchos obstáculos que tenemos los seres humanos para ser libres y felices, para ser uno mismo.

Catalina Sagredo dijo...

Estoy de acuerdo :)