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martes, 18 de enero de 2011

No es suficiente...


♪Eres la enfermedad y el enfermero

Y ya me has convertido

En tu perro faldero

Sabes que sin ti

Ya yo no soy

Sabes que a donde vayas voy

Ciertas personas tienen un encanto tal, que logran que quedemos hechizadas y nos comportemos como nunca antes, dando todo, cediendo y callando por miedo a perder a esa persona. Esa especie de adoración que te lleva a creer que solo debemos estar agradando al otro, surge en mayor motivo porque dudamos del afecto que dice tener nuestra pareja por nosotros. Por lo tanto creemos que no dudaría en alejarnos de su vida como si nada, porque no nos quiere tanto como nosotros a él…

Pero ¿cuál es el sentido de tener una relación así? Si sabemos que duele sentirse queriendo sola, que duele ser la única que suspira, que duele saber que él no sería capaz de jugársela como nosotros lo hicimos por él, duele no sentirse valorada, duele ser la que quiere más, desgasta dar todo por casi nada . Sin embargo lo asumimos, nos tratamos de conformar y adaptar porque lo que más queremos es su compañía, pero tarde o temprano su manera de amar nos vuelve a pesar.

No obstante continuamos porque no perdemos la esperanza de que llegue el día en que nos querrá tanto como nosotros a él, sumado a que no queremos que salga de nuestras vidas porque desde el primer momento sentimos que estábamos destinados a estar juntos, ya que para nosotros todo lo relacionado con él ha sido especial, tanto así que logró atarnos a él de una manera inimaginable… Pero no se puede tener una relación si solo uno es el interesado, si solo uno es el que busca, el que demuestra, el que siente...

Lamentablemente el que se demuestra más débil siempre sale perdiendo, siempre sale más herido, porque como ama y no quiere perder a su amor, cede, se atiene a sus condiciones y se aleja de lo que realmente quiere, perdiendo todo el control de la relación. Cede, para no distanciarse de quien lo cura y lo tortura… ya que se sabe que a pesar de todo, si se termina la más perjudicada sería uno.

No es suficiente estar con quien no nos quiere tan solo porque nosotras si lo queremos… lo óptimo es que sea parejo, algo reciproco…

¿Cómo mejorar esta situación? Puede ser alejándose, exigiendo lo que necesitamos o seguir soportando que no nos quieran de la forma en que queremos…

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