Rencor

El rencor envenena el alma, la llena de angustia y deseos de venganza. No ayuda a superar las heridas al contrario las almacena haciendo un daño permanente. Lo mejor es no optar por sentir este sentimiento porque es destructivo ya que impide la paz interior. Además sólo afecta a uno mismo pues los causantes del descontento no se dan por aludidos. Sin embargo hay un tipo de resentimiento que se aloja desde hace mucho tiempo que nos ha formado como somos y que es difícil de dejar de lado de un día para otro porque da fuerzas para continuar aferrándose a la idea de que un día el dolor sentido será “vengado”
Se supone que todo se devuelve sin necesidad de nosotros involucrarnos pero cuando una persona esta contaminada de rencor desea ser él quien devuelva la mano.